domingo, 31 de enero de 2010

Ruta Valdelarco - Aldea de Navahermosa (Huelva)

Siendo esta la primera entrada que dedico a rutas por la Sierra de Huelva , empezaremos por esta breve introducción sobre la zona:

La sierra de Huelva es la comarca septentrional de la provincia del mismo nombre, constituyendo las últimas estribaciones occidentales de Sierra Morena.

Los 31 municipios que integran la misma poseen una homogeneidad, dentro no sólo de la provincia de Huelva, sino de toda la Sierra Morena. Limita al Norte con la provincia de Badajoz, al Este con la Sierra Norte de Sevilla, al Oeste con Portugal y al Sur con la comarca conocida como Andévalo. Este límite Sur viene marcado por el escalón altitudinal de los 500 metros.
El relieve es bastante escabroso, aunque sólo pueden ser calificadas como "montaña media" por sus altitudes, debido a la acción modeladora de la red fluvial, que origina la aparición de gran número de sierras y valles alternantes que dan a la zona un aspecto áspero.

La comarca presenta una disposición concéntrica en su distribución altimétrica, culminando en el triángulo central conocido como Serranía de Aracena. Las alturas oscilan entre los 500 y los 1042 metros, en la cumbre del Castaño, siendo la media en torno a los 700 metros.

Es histórica la relación de estas tierras con el cerdo ibérico cruce del Sus Escorfa Ferus con el Sus Escorfa Mediterraneus. Aparece recogido en el "Fuero de Montáchez" del año 1.236 la existencia de dehesas dedicadas exclusivamente a la producción de bellotas, con el fin de alimentar al ganado de cerda, dictándose Leyes para la protección de las mismas.

También da fe histórica de la producción de cerdos y bellotas Lope de Vega en sus versos:"Jamón presunto de español marrano de la Sierra famosa de Aracena, donde huyó de la vida Arias Montano"

En Cumbres Mayores, ya en el año 1772 existía la Hermandad de San Antón Abad, fundada como "Cofradía de Matarifes y Arrieros" lo que indica una actividad muy relacionada con el cerdo La ruta se inicia en el pueblo de Valdelarco, a donde se llega desde Sevilla por la Nacional N433, poco antes de llegar a Galaroza, tomamos la HU 8117 - Navahermosa - Valdelarco. Valdelarco tiene dos entradas y como el hombre es animal de costumbre, siempre cojo entrada de "Valdelarco Alto". Al final todos los caminos nos llevan al mismo punto. Un consejo: mejor no meterse con coches por Valdelarco

Iniciamos la ruta junto al Colegio rural, entre pequeñas huertas y muros de tapiales, buscando el barranco de Navahermosa, y continuamos caminando junto al fresco arroyo. Pasando entre viejos castaños, robles y mantos de helechos. Entre las pequeñas huertas por donde transcurre el sendero y en la época de la montera se engordan esos jugosos marranos.

Pocos metros antes de llegar al área recreativa del Talenque, a mano derecha se encuentra una antigua fuente, donde podremos hacer un pequño avituallameinto. Y pasado el Talenque, tomamos la carretera hasta la próxima aldea de Navahermosa.

jueves, 7 de enero de 2010

Ruta: Corredor Verde del Guadiamar - Tramo 1 - El Rio Agrio - Guadiamar. Aznalcollar (Sevilla).


Tras tantos días de seguida lluvia uno no debe dejar pasar la oportunidad de contemplar como discurren los cauces de nuestros ríos. Una buena opción es realizar esta pequeña ruta, paralela al margen izquierdo del Río Agrio (Aznalcollar), hasta su desembocadura en el río Guadiamar.
Forma parte del conocido Corredor Verde del Río Guadiamar, camino de unos 75 km que viene a formar un pasillo entre Sierra Morena y El Parque Nacional de Doñana. En estos días y en la manera que bajan los ríos, no es posible vadearlos, por lo que es difícilmente realizable.
La Vía verde comienza al borde de la carretera A-477, entre Gerena y Aznalcollar a pocos kilómetros de este pueblo y junto a los restos del atinguo acueducto que conducía el agua desde un manantial cerca de Aznalcollar a la Ciudad de Itálica.

De camino fácil y tal vez poco atractivo en otras épocas, esta ruta cobra una increíble vida tras las fuertes lluvias, en más de una ocasión hay que rodear algún que otro arroyo y escorrentías. Vamos pasando entre distintos ecosistemas: pastos, olivares abandonados y dehesas. A mitad de la ruta y nos encontramos a mano derecha un camino, de 1,5 km, que nos conduce a un mirador en lo alto de las antiguas escombreras. Poco antes del final, se podría vadear el río Agrio y continuar la ruta del Corredor Verde del Guadiamar.

Longtud: 5 km (ida)

Dificultad: Baja




lunes, 4 de enero de 2010

Tras los pasos de Lisbeth Salander




"...El taxi la dejó en el control de pasaportes de la frontera con el territorio inglés. Luego Lisbeth subió andando hasta The Rock Hotel, situado en Europa Road, en la misma cuesta que ascendía hasta el peñón, de cuatrocientos veinticinco metros de alto, donde preguntó si había alguna habitación libre. Les quedaba una doble. Dijo que se quedaría dos semanas y entregó su tarjeta de crédito."


"Gibraltar le gustaba. Era su tercera visita a esa extraña roca que tenía esa ciudad inglesa de absurda densidad de población a orillas del mar Mediterraneo. Gibraltar era un lugar que no se parecía a ningún sitio. La ciudad había permanecido aislada durante décadas:una colonia que, inquebrantablemente, se resistía a incorporarse a España. Por supuesto, los españoles protestaban contra la ocupación (Sin embargo, Lisbeth Salander consideraba que los españoles deberían de cerrar el pico mientras ocuparan el enclave de Ceuta en territorio marroquí, al otro lado del estrecho). Gibraltar era un lugar que estaba curiosamente aislado del resto del mundo, una ciudad compuesta por una extraña roca, algo más de dos kilómetros cuadrados de superficie urbana y un aeropuerto que empezaba y terminaba en el mar. La colonia era tan pequeña que hubo que aprovechar cada centímetro cuadrado, de modo que la expansión tuvo que hacerse hacia el mar. Incluso para poder entrar en la ciudad, los visitantes tenían que atravesar la pista de aterrizaje del aeropuerto."


"La primera vez que visitó Gibraltar ni siquiera había oído hablar de sus monos. Sólo había subido al pico para disfrutar de la vista y se quedó completamente sorprendida cuando, siguiendo a un grupo de turistas, se vio de pronto en medio de una manada de monos que trepaban y se colgaban por doquier a ambos lados del camino"


(Pasajes de Millennium III: La reina en el palacio de las conrrientes de aire, de Stieg Larsson)