miércoles, 28 de abril de 2010

El cortijo del Fraile o el escenario de Bodas de Sangre - Campos de Nijar (Almería)

En aquella tarde calurosa del verano de 1928, pocos de los asistentes a la boda entre Casimiro Perez y Francisca Cañadas, en el Cortijo del Fraile, en las cercanías de la pequeña pedanía de Fernan Pérez, en los campos de Nijar, se convertirían en personajes de un trágico crimen pasional, que posteriormente a Federico García Lorca inspiraría un romance en 1932 y estrenado en Madrid un año después, titulado Bodas de Sangre.
Francisca Cañadas más conocida como Paca la coja y su primo carnal Francisco Montes Cañadas, huían a lomos de una mula del cortijo el Fraile de una boda concertada mientras los invitados freían buñuelos en la madrugada del 22 al 23 de Julio, pero en un cruce de camino a pocos kilómetros del cortijo, 4 disparos de escopeta acabaron con la vida de Francisco Montes Cañadas, y Paca la coja, haciéndose la muerta, conseguía salvar la vida. Al final de un largo camino de tierra, bordeados de ágaves, que desde Rodalquilar, pasando por sus antiguas minas de oro, entre un paisaje estepario y solitario, nos conduce a el escenario de la tragedia lorquiana de bodas de sangre, donde languidece abandonado el cortijo del Fraile.




Fue construido en el siglo XVIII por los frailes del Convento de Santo Domingo de Almería como centro de una importante explotación agrícola con olivos y vides. Años más tarde, y coincidiendo con la Desamortización de Mendizábal (1836), la finca se dividió y pasó a manos de varios propietarios que, finalmente, la vendieron a una familia de la burguesía almeriense, que construyó una ermita y la utilizó como panteón familiar hasta la década de los ochenta del siglo XX. En la actualidad se encuentra en manos de una empresa agrícola murciana y pendiente de declaración de Bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura

jueves, 15 de abril de 2010

Ruta: Alajar - Linares de la Sierra.

Esta Semana Santa ha permitido terminar tareas pendientes. Entre una de ellas era finalizar el sendero que une Aracena con Alájar. A quien su cuerpo se lo permita puede hacerse en una única jornada al mío ya no. Parece ser que el nombre de Alájar proviene de la palabra piedra en árabe, debido a que este pueblo se encuentra a los pies de la peña de Arias Montano




El sendero se inicia al final de la calle Manuel Montesinos, en Alájar, paralelo al arroyo y pronto se comienza la ascensión hasta el puerto de Linares, zona muy frecuentada por los aficionados a las setas durante los meses otoñales.

Superado el puerto se desciende por el sendero, muy castigado por las persistentes lluvias, hasta Linares de la Sierra.
Longitud: 4 km sólo ida